Hay conductores que tienen ciertos vicios en la conducción que repercuten negativamente en el consumo, por eso es importante que anotes las recomendaciones que te vamos a proporcionar para evitar malgastar carburante.
El tipo de conducción que hagas, cómo tengas los neumáticos, el mantenimiento del vehículo o el mal uso del aire acondicionado pueden ser factores que repercutan en el consumo de combustible. Es importante que sepas qué vicios pueden producir para no malgastar el depósito y cómo puedes contribuir a ahorrar combustible. Te proporcionamos 10 consejos para que puedas optimizar y evitar el derroche innecesario de carburante.
Suele ser habitual que pares la marcha y que el motor lo sigas teniendo en funcionamiento. Esto es un craso error, si no apagas el motor cuando tienes el coche parado el consumo de carburante será mayor. Lo idóneo es que siempre que pares unos minutos el motor lo apagues bien girando la llave de contacto o bien, si dispones del sistema Start/Stop que lo hace de manera automática.
En aquellos momentos en los que sepas que vas a tener que detenerte ante un semáforo o por cualquier otra circunstancia no tienes que seguir accionando el acelerador y luego frenar, puedes aprovechar la inercia que también te lo agradecerá el depósito de combustible. De esta forma, dejas que el vehículo vaya perdiendo velocidad lentamente y de manera progresiva. La inercia también la puedes aprovechar en la carretera cuando te aproximes a curvas.
Este aspecto quizás sea uno de los más importantes. Llevar una conducción tranquila y relajada resulta de vital importancia para asegurar una buena circulación. El conductor siempre debe conducir de manera eficiente para que el coche no se resienta. Además, no puedes conducir de forma agresiva porque perjudica al coche y contribuye a un malgasto de carburante.
Las ruedas de un coche determinan su vida. El motor funciona pero son las ruedas las que permiten el movimiento del coche y si estas no están en perfecto estado la sinergia entre ambos no se producirá. Si los neumáticos tienen alguna irregularidad como una inadecuada presión o están desgastados, además de suponer un peligro para la conducción también se traducirá en una merma del depósito.
Tanto la calefacción como el aire acondicionado vienen incorporados en los vehículos para que sean usados y mejorar las condiciones térmicas del interior del coche, pero hay que usarlos con cautela. No es recomendable encenderlos incluso antes de iniciar la marcha ya que la calefacción aprovecha directamente el calor que el motor genera y este proceso puede necesitar un tiempo para su funcionamiento óptimo. A su vez, el aire acondicionado también necesita que la mecánica del coche haya cogido temperatura para poder hacer su función.
Si vas conduciendo por zona urbana este consejo no es aplicable, pero si la circulación es por carretera y a gran velocidad no debes llevar las ventanillas bajadas. El principal motivo es porque afecta a la aerodinámica del vehículo, el flujo de aire que entra funciona como freno que obliga a un trabajo extra por parte del motor y del coche que se ve reflejado en el depósito.
Ya has podido comprobar que hay una serie de vicios y factores que repercuten de forma negativa en los niveles de combustible del coche. Algunos de ellos son: tener una conducción agresiva, dar acelerones, dejar el motor encendido mucho tiempo, no poner la marcha adecuada, no llevar un adecuado mantenimiento del vehículo o abusar de la carga y del climatizador.
Todos estos puntos negativos pueden ser enmendados por el conductor si quiere contribuir a ahorrar en el consumo de combustible. Siguiendo estos consejos propuestos y el tipo de conducción eficiente se puede evitar que el depósito se vea malgastado.