El running es una de las actividades físicas más populares y accesibles para mantenerse en forma, ya que solo necesitas un par de zapatillas cómodas y un lugar para correr. Sin embargo, también es una de las principales causas de lesiones musculares y articulares. A continuación, vamos a discutir algunas medidas que puedes tomar para evitar las molestias al correr y disfrutar de esta actividad de manera segura.
Calentamiento adecuado: El calentamiento es una de las medidas más importantes para prevenir lesiones al correr. Los estiramientos y ejercicios de movilidad son ideales para preparar tus músculos y articulaciones para el esfuerzo que vas a realizar. Esto ayudará a mejorar tu rendimiento y a reducir el riesgo de lesiones. Algunos ejercicios de calentamiento que puedes hacer incluyen: caminar, hacer ejercicios de cardio suaves, y estiramientos dinámicos como tijeras, talones a glúteos, o rodillas al pecho.
Es importante también recordar que el calentamiento no solo debe ser al inicio del ejercicio, también es necesario calentar antes de cada sesión de entrenamiento y antes de cada carrera, asegurándose de que los músculos estén preparados para el esfuerzo que van a realizar.
Es importante tener en cuenta que no todas las zapatillas son adecuadas para todos los pies y tipos de pisada, es recomendable acudir a un especialista para analizar tu pisada y recomendarte el calzado adecuado. También es importante tener en cuenta que si corres con regularidad, debes cambiar tus zapatillas cada 300 a 500 km.
Escuchar a tu cuerpo: Es fundamental escuchar a tu cuerpo y saber cuándo es necesario detenerse y descansar. Si sientes dolor en alguna parte de tu cuerpo, es importante detenerte y descansar. No trates de forzarte a seguir corriendo a través del dolor, ya que esto puede empeorar las molestias. Si tienes un dolor persistente, es recomendable que consultes con un especialista para determinar la causa y el tratamiento apropiado.
Si estas acostumbrado a correr en un terreno plano y comienzas a correr en un terreno con pendientes, puede generar molestias en las piernas y en los tendones de Aquiles. Es importante ir adaptando el cuerpo poco a poco a estos cambios para evitar lesiones.
Otro factor que puede generar molestias es cambiar el ritmo de entrenamiento bruscamente, si estas acostumbrado a correr con un ritmo moderado y comienzas a correr a un ritmo intenso, puede generar molestias en las piernas y en el corazón. Es muy recomendable ir aumentando el ritmo de forma gradual para evitar lesiones.
En definitiva no olvides que cada persona es diferente y lo que es cómodo para una persona puede no serlo para otra. Lo importante es ir probando y encontrar la técnica de correr y entrenamiento que mejor te vaya a ti.