El GLP o autogás se ha convertido en otra alternativa de combustible por su ahorro, pero requiere de una conversión del coche en un taller especializado.
¿Sabías que un coche de gasolina se puede convertir en uno de gas? No todos los vehículos pueden ser adaptables a este combustible, depende de unos criterios técnicos y de la normativa. Te contamos con detalle qué es y cómo se transforma y funciona tu coche con GLP.
¿Qué es el GLP?
El GLP o autogás es un gas licuado de petróleo que es mezcla de butano y propano que lo hacen adecuado para la automoción. La combinación más eficiente y más usada es la del 70% de butano y el 30% de propano, siendo de un 65/35 para vehículos pesados. También se puede encontrar la proporción 60/40, pero esta es menos recomendable por su menor eficiencia energética.
El 60% del GLP que se comercializa es obtenido de yacimientos de gas natural o petróleo, siendo el 40% restante producido a raíz de la destilación del petróleo en las refinerías.
Conversión y normativa
Se pueden convertir a GLP los coches de gasolina que estén matriculados desde 1995 hasta 2001 y que además, cumplan con la normativa EURO 3 o sus homólogas posteriores (EURO 3, EURO 5 o EURO 6). Para los vehículos matriculados de 2001 en adelante no se les otorgaría el derecho a usar el distintivo Eco.
Asimismo, se tiene que tener en cuenta si el coche a transformar es de inyección directa o inyección indirecta.
Los coches de gasolina de inyección indirecta se pueden convertir a GLP fácilmente. Para la transformación se debe acudir a un taller especializado en este tipo de conversiones para asegurar el éxito de la operación.
Los que presentan mayores dificultades y complicaciones son los de inyección directa. Esto se debe a que en un vehículo convertido a GLP se utiliza un segundo juego de inyectores específicos para el GLP. En el caso de modelos con inyección directa, esto significa que los inyectores de gasolina no reciben combustible cuando el vehículo está funcionando con GLP y, por lo tanto, esto puede provocar excesos de temperatura. Por ello, los motores de inyección directa necesitan de unos inyectores modificados y especiales para poder soportar las elevadas temperaturas.
Funcionamiento
Los coches de GLP también pueden encontrarse en los concesionarios, hay marcas de coches como Fiat, Ford, Opel... que ofrecen variantes de GLP en sus distintas gamas. Estos automóviles se caracterizan por combinar dos tanques de combustible: uno de gasolina y otro de gas licuado de petróleo (GLP).
Para efectuar la correspondiente carga del depósito, se dispone de una boca de llenado para GLP que se encuentra ubicada en el lateral del vehículo. A través de la boca de carga el gas pasa por una tubería hacia el depósito. Esta, a su vez, dispone de una válvula de llenado con corte automático al 80% de su capacidad.
Ventajas
- Su precio es menor al de la gasolina.
- Contamina un 15% al emitir menos CO2 que un coche de gasolina y en torno a un 80% menos de óxidos de nitrógeno que los vehículos de diésel. Por ello, un vehículo GLP puede disponer de la etiqueta ECO de la DGT.
- A la hora de repostar solo cambia que la toma de llenado del depósito debe tener un adaptador que fije la presión de la manguera.
Los automóviles de gasolina se pueden transformar con facilidad a GLP o autogás, especialmente los de inyección indirecta. Además, se pueden beneficiar de la etiqueta Eco siempre y cuando estén matriculados entre 1995 y 2001 o cumplan con la normativa EURO.
Entre los grandes beneficios que otorga la conversión se encuentran el ahorro o la menor contaminación. Ahora que ya sabes qué es y cómo funciona el GLP ¿transformarías tu coche de gasolina en uno de autogás?
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