Los sistemas de ayuda para que el conductor sepa estacionar de la forma más adecuada posible pueden variar en función del elemento que se utilice. Te explicamos los tipos de sensores que pueden incorporar los vehículos.

¿Qué son los sensores de aparcamiento?

Cada vez es más recurrente que las marcas saquen nuevos modelos de coches que incorporan los llamados sensores de aparcamiento que son un sistema muy útil y que sirven para ayudar al conductor a hacer la maniobra de aparcamiento de forma adecuada. 

Te contamos ¿Cómo funcionan los sensores de aparcamiento?

El funcionamiento de esta tecnología no es igual en todos los coches, ya que hay distintos tipos de sensores de aparcamiento algunos pueden funcionar por radar, ultrasonidos o electromagnetismo. Vamos a ver en qué consiste cada uno y cuál es su funcionamiento.

Sensores electromagnéticos

Estos sensores hacen uso del campo electromagnético para detectar la presencia de obstáculos para el coche. Los sensores electromagnéticos permiten una mayor precisión y como principal ventaja se puede mencionar que no tiene puntos ciegos. Esto se produce porque funciona por medio de una banda metálica pegada por la parte interior del parachoques, que lo cruza de lado a lado lo que aporta una mayor visibilidad. Como punto negativo se puede destacar que los agentes atmosféricos como la lluvia pueden interferir en el sistema, lo que resta fiabilidad y hay marcas que prefieren no apostar por este tipo de sensor.

Sensores por ultrasonidos

Los sensores por ultrasonidos emiten ondas de sonido imperceptibles para el oído humano y cronometrando el tiempo que tardan en volver al chocar con los obstáculos. Son muy usados actualmente porque no son tan fáciles de interferir como ocurre con otro tipo de sensores como los electromagnéticos. Son fácilmente reconocibles porque para funcionar deben sobresalir por el parachoques. Estos sensores tienen forma circular con un diámetro cercano a 3 cm con un pequeño marco redondo.

Sensores por radar

Estos sensores funcionan de forma muy similar a los sensores de ultrasonidos, solo que utilizan ondas electromagnéticas para que reboten en los objetos. El sensor por radar cumple con su función de aparcamiento gracias a que el sistema envía las ondas para el rebote y poder ofrecer la información al respecto al conductor. Su rango de captación es más amplio, incluso son capaces de detectar a otros vehículos que se aproximen.

¿Qué ocurre si tu coche no trae incorporado los sensores de aparcamiento?

Los sensores también se pueden instalar por iniciativa propia en el vehículo. Los que mejor funcionan son los sensores de ultrasonidos, ya que tienen menos interferencias. Es importante que tengas en cuenta el número de sensores que compres, no se recomienda que se pongan menos de cuatro sensores por parachoques para evitar los puntos ciegos.

También debes tener en cuenta que los sensores que incorpores traigan un panel que te avise por sonido, por medio de luces o por cualquier otro sistema que se pueda incorporar cerca del lugar que ocupa la radio para que el conductor sea alertado de los obstáculos del exterior.

Los sensores de aparcamiento son una de las novedades que incorporan cada vez más vehículos para ayudar al conductor en las maniobras de aparcamiento. Después de leer el artículo habrás podido comprobar cómo funcionan y que su sistema no es nada complejo.

Además, los sensores existentes pueden ser de diversos tipos: de radar,  electromagnéticos o de ultrasonidos, estos últimos suelen ser los que mejores resultados otorgan al interferir en menor medida y ser más precisos.

La tecnología sigue dando pasos a gran velocidad también en el mundo de la automoción para poner a disposición de los conductores los mejores sistemas inteligentes que hagan de la conducción algo más llevadero y fácil, ejemplo de ello son los sensores de aparcamiento. De hecho, otra práctica que se lleva a cabo es la de combinar varios sistemas de asistencias, para poder proporcionar al conductor mayores facilidades. Estos nuevos sistemas son capaces de combinar las cámaras de visión delantera y trasera junto con sensores, lo que termina resultando en un complejo y moderno sistema de aparcamiento.