Como ya sabemos, la inversión a la hora de comprar un coche es alta. Es por eso que debemos tomar una decisión acertada para intentar equivocarnos lo menos posible. Una buena decisión siempre es hacerte con un coche seminuevo o de segunda mano.
Estos, se pueden definir como aquellos que tienen entre 0 y 3 años de antigüedad y no suelen superar los 25.000 kilómetros. Dada su corta edad tienen una garantía ofrecida por los concesionarios, normalmente de 1 o 2 años.
Ventajas de los coches seminuevos
Entre las principales ventajas de estos vehículos, encontramos las siguientes:
- Precio de compra más bajo.
- Menos depreciación del coche.
- Más información sobre fiabilidad.
- Seguro más económico.
- Proceso de compra más rápido.
Su precio será siempre más bajo que uno similar pero nuevo. Esa es una de las razones por las que la gente prefiere realizar este tipo de compras. Además de estas, otra ventaja a destacar de los coches seminuevos es que con el paso del tiempo la depreciación del vehículo será menor.
Además, hay que tener en cuenta que un coche usado, evidentemente, ha pasado por más usuarios y tiene más recorrido, por lo que la información sobre este y su fiabilidad será mucho mayor, pudiendo así saber cuales son sus puntos débiles y sus averías más frecuentes. Por último, debemos saber que su seguro siempre es más barato y que, por norma general, siempre será más rápido de comprar que un vehículo nuevo.
Desventajas de los coches seminuevos
Sin embargo, estos coches también tienen una serie de desventajas que deberías saber:
- Posibles averías o vicios ocultos.
- Garantía de menor tiempo y menores coberturas.
- Tecnología más anticuada.
- No se puede configurar nada del coche.
- Fiscalidad en la compra del vehículo.
Esto primero implicaría un coste extra para nosotros, que tendríamos que sumar evidentemente al gasto de compra de vehículo. Además, la garantía de este sería menor y contaría con menores coberturas que la garantía que ofrece una marca en la compra de un coche nuevo.
A todo esto, tenemos que sumarle que su tecnología es más anticuada tanto a nivel de seguridad como de mecánica y, en el caso de ser autónomo o empresa, tienes que tener en cuenta que la fiscalidad del gasto puede ser muy distinta.
