La recuperación del sector de la automoción va poco a poco y por eso, muchas empresas se decantan por la financiación para poder hacer frente a la compra de flota nueva. La compra de coches para incorporar al negocio se puede hacer a través de financiación externa: bancos o entidades de crédito o bien a través del mismo concesionario donde se vaya a adquirir el vehículo. 

La flota que tiene la empresa para su uso laboral acarrea unos gastos que muchas veces pueden llegar a ser inasumibles si la situación del negocio no es muy buena.

Cada vez hay más personas que prefieren pagar una cantidad razonable mediante el renting por hacer uso del vehículo antes que endeudarse por la compra de uno.